- España es una potencia del atletismo mundial…veterano.
- 12.000 deportistas de hasta 98 años compiten, ganan y asombran
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Manuel Alonso, su pasión por competir le llegó en la cuarentena y se fortaleció entre los motores industriales que arreglaba en su pequeña empresa. Corría al mediodía, cuando cerraba un par de horas para comer, y eso le aliviaba el estrés. Este madrileño se estrenó compitiendo en la primera maratón de la capital, en 1978. Hoy, a sus 81 años, sigue practicando atletismo y el año pasado llegó su coronación como deportista: fue elegido mejor atleta veterano europeo de 2016.
Manuel guarda con cariño las medallas que ha ido atesorando durante todos estos años junto a las banderas de los países donde ha sudado la camiseta. Con más de 40 Campeonatos de España, cuatro de Europa y dos del Mundo en su historial, los dibujos que su bisnieto, de tan sólo cuatro años, le regala tras cada competición se cuelan en el medallero, como si fueran nítidas fotografías de cada victoria hechas con lápices de colores.
A las 10 de la mañana, y como todos los días, Manuel ya se ha calzado sus zapatillas y la ropa de entrenamiento. Sus ejercicios duran unas dos horas, siempre bajo la supervisión de su entrenador. Sigue corriendo como una liebre a la que no le fallan ni las piernas ni el corazón. «Todos los años me hago revisiones y por suerte estoy sano. El deporte es muy importante tanto física como mentalmente. Tienes ganas de todo, porque tienes salud y estás feliz», dice Manuel con una sonrisa.
Fernando Marquina, responsable de la comisión de atletas veteranos de la Federación Española de Atletismo, coincide con Manuel. Mantener una buena salud, sentirse activos y la ilusión son los elementos que mueven a los atletas más mayores. «Antes, con 60 años eras un anciano, ahora puedes estar bien», asegura. «El atletismo es uno de los deportes más completos, porque genera salud y además suele ir acompañado de la actitud de cuidarse en todos los aspectos de la vida».
Como Manuel, alrededor de 12.000 atletas veteranos tienen licencias para participar en campeonatos, bien exclusivamente a nivel autonómico o a nivel nacional e internacional. Atletas que compiten en las diferentes categorías de veteranos -salto, carrera y lanzamiento-, desde los 35 años hasta que el cuerpo aguante. En la actualidad, Valentín Huch, el atleta español con más edad, tiene 98 años. Pero la edad no es una barrera frente al espíritu de competición que les mueve y el esfuerzo se olvida cuando salen a competir a las pistas.
«En Europa somos el tercer país en cuanto a potencial deportivo de atletas máster», presume Marquina. «Sólo son mejores que nosotros Gran Bretaña y Alemania. En el ranking mundial oscilamos entre quintos y sextos, por detrás también de Australia y Estados Unidos. Es un nivel que no tenemos en ningún otro deporte», comenta orgulloso Marquina.
En España se celebran 17 campeonatos de atletismo veterano al año de las diferentes modalidades. A nivel internacional son tres los grandes eventos del calendario: pista cubierta, aire libre y ruta. Competiciones en las que se congregan más de 4.000 atletas, como sucedió en el Mundial Indoor celebrado en marzo en Daegu (Corea del Sur) donde más de un centenar de países participaron en las diferentes pruebas.
«Yo me planteo si llegaré a competir con esa edad», comenta Esther Colas, una atleta veterana de 50 años que aunque empezó a competir cuando era una adolescente, se reenganchó a la competición hace tan solo ocho. «Verles hacer vallas o saltos es increíble. Creo que tienen mucha fuerza de voluntad y constancia. Ese espíritu competitivo que posee todo deportista, ellos lo mantienen intacto a su edad».
Desde el Primer Mundial de Veteranos que se celebró en Canadá en 1975, este movimiento deportivo se ha desarrollado enormemente hasta convertirse en una de las competiciones más numerosas en cuanto a participación a nivel mundial y el año que viene lo veremos de cerca. Más de 10.000 atletas veteranos de todo el mundo se reunirán en los grandes eventos que se celebrarán en 2018 en España: el Campeonato de Europa de pista cubierta en Madrid y el Campeonato Mundial de aire libre en Málaga.
Viajes, alojamiento, comidas y gastos de inscripción en los campeonatos que rondan los 200 euros por prueba. Todos estos gastos sufragan por su cuenta los atletas veteranos que quieren participar en los grandes eventos. Y no sólo esto: también tienen que organizar el viaje y apañarse como puedan con el idioma en el caso de las competiciones internacionales.
Pero esto último a Manuel no le preocupa. Después de la merecida siesta diaria tras los entrenamientos, estudia inglés para manejarse en los viajes y para escribir las felicitaciones navideñas que envía a sus amigos atletas de todo el mundo. Quizás en las próximas les cuente que ha logrado su nuevo objetivo. «El año pasado hice el récord del mundo de 1.500 y quiero volver a batirme a mí mismo», se conjura. «Va a ser muy complicado, pero tengo esa aspiración». No importan los años, importan las ganas.
Fuente: elmundo.es
