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Si cedes en la calidad, ¿por qué no también hacerlo con la cantidad?
Nada hay contrario a la dignidad de la persona, a sus derechos fundamentales y libertades públicas, en que tres mujeres decidan formar entre sí una familia (cfr. art. 39 CE). Tampoco, a la vista de la teoría del «árbol vivo» propugnada por nuestro Tribunal Constitucional (más aquí), el siempre retorcible -se dice así, ¿ verdad ?- art. 32 CE habría de resultar un inconveniente para la admisión de un «matrimonio a tres«. Pues, ¿acaso no nos encontramos, también en este supuesto, en presencia de una convivencia estable y con «affectio maritalis»? Todo lo imaginable es posible, también para la Ley, ¡ incluso cambiar a un hombre en mujer !
Se trataría no de reconocer («atribuir o conceder» se nos antojan no suficientemente expresivos) derechos a la mayoría, sino de que la mayoría reconozca derechos a una minoría que pugna por el libre desarrollo de su personalidad y libertad… ¿Entonces?
Visto desde cierto punto de vista -de momento futurista-, este tipo de relación no sería sino otra suerte de matrimonio, como el homosexual o los «autonómicos» (las denominadas parejas de hecho). Más aquí.
Quien siembra vientos, ¿qué puede aspirar a recoger? Claro que, de contrario, cabría argumentar, ¿cómo evolucionar sino abandonando la repetición y monotonía? Toda evolución, aún la errada, constituiría progreso…
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- En Brasil los notarios públicos suplen desde 2013 la ausencia de una ley que permita los matrimonios homosexuales
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ABC.ES Madrid – 03/11/2015
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Las cosas están cambiando en Brasil. Como explica el medio «BBC Mundo» en un reciente reportaje, el caso de tres mujeres que han decidido registrar su unión sentimental supone el primer caso de este tipo de compromiso en el país americano. Desde hace tres años y medio comparten vivienda y cama en Río de Janeiro.
En Brasil, los notarios públicos suplen desde 2013 la ausencia de una ley que permita los matrimonios homosexuales. El caso de estas tres mujeres, una unión calificada de poliamorosa, pone a prueba a la sociedad de este país americano, donde las costumbres tradicionales priman en los ciudadanos por la influencia de la religión.
«Estamos haciendo algo histórico, sentando un precedente», afirmaron las mujeres en declaraciones recogidas por «BBC Mundo». Su deseo de preservar en el anonimato sus nombres prueba que todavía se enfrentan a numerosos prejuicios. «No siempre las personas están abiertas», recalcaron. Aunque las reacciones varían en función de cada uno de sus casos. Una de ellas explicó que su madre, al conocer la noticia, solo formuló un deseo: tener un nieto.
La polémica suscita respuestas enfrentadas. «Ellas ya formaron una familia y quieren ser reconocidas», afirmó la notaria que formalizó su unión, Fernanda de Freitas Leitao. Una opinión que no comparte Regina Beatriz Tavares, presidenta de la Asociación de Derecho de Familia y las Sucesiones, que explicó contundente: «En Brasil está vedada la poligamia. La sociedad brasileña no acepta ese tipo de unión».
La cultura brasileña se muestra más aperturista que su sociedad. La telenovela «Imperio» trató el tema del poliamor a través de la pantalla. También la serie «Amores libres».
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Fuente: abc.es
