• Los cambios de testamentos cierran un año al alza y pasan de los 27.400 en 2015 a los 30.900 en 2016

  • Muchas familias de Euskadi han visto ahora en el Derecho Civil Vasco la posibilidad de no dejar nada a uno de los descendientes

    IRAITZ VÁZQUEZ 1

El Derecho Civil Vasco que ya lleva más de un año en funcionamiento ha revolucionado las notarías guipuzcoanas. Los fedatarios vascos no han dado abasto en 2016 con elaboraciones de nuevos testamentos o con modificaciones en aquellos documentos que ya estaban firmados. El giro radical que ha provocado la entrada en vigor de la nueva legislación ha conllevado que las consultas se hayan disparado en los tres territorios vascos. Y es que el cambio que supone no es baladí. No en vano, el nuevo reglamento permite que solo sin nombrar a uno de los hijos en el testamento este no reciba herencia alguna. Sin lugar a dudas un cambio de cara radical que los vascos no han querido dejar pasar de largo.

DOCUDMO

La mayor parte de cambios y consultas han estado desencadenadas por la posibilidad que da el nuevo reglamento de desheredar a un hijo con solamente no nombrarle en el testamento. «A propósito del nuevo reglamento, además de las modificaciones, muchas personas que no tenían el testamento hecho se han acercado hasta los despachos de los notarios. Ha habido mucho interés», reconoce el decano del Colegio de Notarios del País Vasco, Diego Granados, que ha sido nombrado recientemente en su nuevo puesto. Ahora los datos refrendan las sensaciones que tenían los notarios vascos. Tal y como reflejan las cifras que aporta Granados, los cambios de testamentos han experimentado un aumento «considerable». Buen ejemplo es que entre enero y septiembre de 2015 -momento en el que entró en vigor el Derecho Civil Vasco- se llevaron a cabo 27.400 testamentos, mientras que en el mismo periodo del año pasado ese número aumentó hasta 30.900 en el País Vasco, un aumento de más de 3.000.

Muchas familias vascas han visto en esta nueva legislación una ocasión que antes no tenían. Sobre todo con la posibilidad de que uno de los hijos no reciba herencia alguna. ¿Pero cuáles son las causas que llevan a unos padres a tomar tan drástica decisión? Granados explica que «en muchas ocasiones uno de los descendientes puede padecer de alcoholismo o es drogadicto. En estos casos muchas veces toman la decisión de apartar a este hijo y dejan toda la herencia al otro descendiente para que se haga cargo de quien tiene problemas». Esta es otra de las nuevas modalidades que ha incluido el nuevo Derecho Civil, ya que da la posibilidad de realizar un pacto con alguno de los descendientes para que reciba parte del legado a cambio de que cuide a alguno de los hermanos, incluso a los padres. «Es como si se hiciera un contrato», explica Granados.

Pero este no es el único factor que lleva a los padres a no incluir a sus hijos en el testamentos. La mayor movilidad geográfica de las personas y una sociedad cada vez más envejecida también están teniendo un peso importante en estas decisiones. «La gente cada vez hereda con más edad porque fallece cada vez más mayor, así, los herederos a lo mejor tienen 50 años. Entre que se hereda con más edad y que la gente vive más lejos, la relación familiar se puede enfriar y se ve a la familia más directa con más distancia. En esos casos se puede pensar qué sentido tiene dejar dos terceras partes de la herencia a un hijo que a lo mejor no han visto en quince años. En muchos casos se prefiere dejar a un lado a ese hijo y dejar gran parte de la herencia a los que sienten más cerca», explica el notario donostiarra que también pertenece a la Comisión Permanente del Consejo General del Notariado.

Segundas nupcias

Los hijos de matrimonios de segundas nupcias también se están viendo beneficiados desde la entrada en vigor del Derecho Civil Vasco. Así, Granados explica que por ejemplo «nos vienen personas que quieren dejar su herencia a los hijos de la segunda pareja porque son más jóvenes que los del primer matrimonio». Que el testador tenga más libertad a la hora de elegir a quién dejar su herencia no tiene más que puntos positivos para los notarios. «Le veo muchas cosas positivas, sobre todo porque puedes dejar gran parte de la herencia a quien quieras», señala Granados.

Pero no solo los ciudadanos se han tenido que adaptar al nuevo panorama que ha abierto esta legislación. Los notarios también deben enfrentarse a los recovecos que deja sueltos el reglamento. «A medida que vengan los clientes y a ellos les vayan surgiendo las dudas, nosotros también iremos aprendiendo más y resolviéndolas», explican los notarios. Para ello, el Colegio de Notarios de Gipuzkoa ha preparado durante el último año conferencias donde han participado los redactores de la nueva ley, para que los notarios supieran de antemano a lo que se enfrentan.

Pero tal y como señalan, la práctica y los casos concretos irán instruyendo a los notarios vascos. «Mientras vayamos trabajando en los casos nos irán surgiendo las dudas, pero lo cierto es que las jornadas nos vienen bien para ir aprendiendo sobre la nueva ley y que de este modo no nos pillen por sorpresa los cambios que pueda haber en la legislación».

Fuente: diariovasco.com

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