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El asunto no pasaría de lo anecdótico y ultratecnológico si no fuese porque, bien pensado, podría afectar gravemente al ejercicio de la función notarial. Para evitar desagradables sorpresas se recomienda ofrecer siempre a los particulares, al tiempo del otorgamiento de una escritura, un mismo bolígrafo, servido por la notaría. Y asimismo firmar el Notario con un bolígrafo de idéntica marca y modelo, a ser posible de tinta «trazable» (una tinta utilizada sólo y siempre en tal tipo de bolígrafos).
Por Nacho Palou — 16 de Marzo de 2015
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Existen diferentes productos y métodos para transferir directamente las notas tomadas a mano, en papel, al ordenador o a servicios como Evernote o Dropbox.
Por ejemplo, el bolígrafo Livescribe dispone de conexión wifi para conectarse a internet y enviar y guardar en Evernote cualquier cosa que se escriba con él. El accesorio Wacom Inkling transfiere los bocetos dibujados en papel directamente al ordenador y los convierte en trazos vectoriales, listos para usar en Illustrator.
Por su parte, la Moleskine Evernote Smart Notebook permite transferir notas tomadas en la libreta Moleskine de toda la vida directamente desde papel a la cuenta de Evernote a través de la cámara del móvil, que hace las veces de escáner y que además es capaz de interpretar ciertas etiquetas adhesivas colocadas junto a las notas escritas para organizarlas automáticamente.
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En este sentido el funcionamiento del cuaderno Rocketbook es parecido a este último: las notas tomadas a mano se transfieren al ordenador o a servicios online a través de la cámara del teléfono móvil.
Además, el cuaderno dispone de una serie de iconos en la parte inferior. Dependiendo de qué icono o iconos (o “botones mágicos”) se tachen en el cuaderno, la app de Rocketbook (para Android o iOS) guardará esa página del cuaderno en un servicio u otro —Dropbox, Evernote, Drive… o las enviará por email— de tal modo que la versión digital de cada página quedará automática y convenientemente archivada.
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Pero lo más particular del cuaderno Rocketbook es que, una vez ‘se acaba’ —cuando ya se han utilizado sus 100 páginas— basta con meter el cuaderno 30 segundos en el microondas para que todas sus páginas vuelvan a estar en blanco, limpias. Y volver a utilizar el mismo cuaderno como si se tratase de uno nuevo.
El “truco” está en escribir en las hojas de polipropileno del cuaderno con los bolígrafos FriXion fabricados por Pilot, cuya tinta termosensible se vuelve invisible (los pigmentos pierden el color) cuando se la tinta somete al calor del microondas, a la vez que el plástico de las páginas (tapas y espiral) del cuaderno no se ven afectadas.
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Fuente:
