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Son muchas ideas encabalgadas, que suscitan reflexión. De muchas de ellas nos hemos ocupado ya en este blog:
- Primer concurso de acreedores de un notario en Málaga.
- Las renuncias a las herencias aumentan un 83% en cuatro años – ¿Por qué?
- Los notarios ven un “ligerísimo repunte” económico tras tocar fondo la crisis (noticia de 31 diciembre 2013)
.Miguel Ángel Autero | 14.12.2014
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En Canarias hay 93 despachos que han hecho un gran esfuerzo para no cerrar y, en la mayoría de los casos, sin despedir a empleados…
La crisis económica continúa a pie de calle. Los despachos de los notarios dan fe de que la situación aún no ha mejorado a ese nivel: su volumen de trabajo sigue estancado tras una tremenda caída que les sacudió en los primeros momentos de la recesión. «En Canarias no ha ocurrido aún, pero en la Península ya han cerrado algunas notarías tras declararse sus titulares en quiebra y acogerse al concurso de acreedores». «Hay notarías de primera, en capitales de provincia, que están desiertas desde hace años por la escasa actividad económica y otros profesionales han tenido que disponer de sus ahorros para seguir con las puertas abiertas del despacho». Quien hace estas afirmaciones es el decano del Colegio Notarial de Canarias, Alfonso Cavallé Cruz, quien asegura que «la peor crisis que sufrimos no es la económica, si no la de valores y de ética«.
El número de notarías va en función del número de habitantes y del volumen de contrataciones y aunque en Canarias no ha habido cierres, está previsto que algunas notarías que no se han cubierto y que no van a cubrirse se supriman en la nueva demarcación.
En el Archipiélago hay 93 notarios, 42 de ellos en Santa Cruz de Tenerife y 51 en la provincia de Las Palmas. Compraventas de inmuebles, testamentos, constitución de sociedades, adjudicación de herencias, donaciones, capitulaciones matrimoniales, poderes, pólizas y actas, son algunos de los servicios que prestan. El notario presta asesoramiento gratuito e imparcial e indica el mejor camino para lograr con éxito los objetivos de los particulares dentro del marco que permitan la legalidad civil, mercantil, administrativa y fiscal, refrendando los contratos mediante escritura.
Los datos macroeconómicos apuntan a que empiezan a vislumbrarse signos de crecimiento; que se sale de la recesión más larga y dura de la historia reciente, pero aunque los políticos se afanen en transmitir esos datos positivos a los ciudadanos, lo cierto es que los brotes verdes no acaban de llegar a sus bolsillos; el consumo interior se mantiene a duras penas, y las pequeñas y medianas empresas que han sobrevivido a un sexenio de vacas flacas aún no pueden contratar más empleados porque el motor de la economía real aún está gripado. El crédito sigue sin fluir para los negocios y los particulares. Y los contratos laborales, la mayoría precarios, temporales y discontínuos, no bastan para cambiar el semblante de la cara, y quienes afortunadamente han conservado su puesto en una empresa, padecen recortes en los salarios.
Cavallé Cruz señala que «las notarías son un termómetro social: cuando a la sociedad le va bien, a nosotros también y cuando le va mal, a nosotros igual». «En Canarias la crisis se ha dejado sentir de forma muy fuerte pues el sector de la construcción, que era muy fuerte junto con el turismo, se vino abajo de golpe. Todo vino de una crisis financiera que, de pronto, cortó con los créditos que financiaban la actividad de éste y otros sectores que vivían de la buena marcha en la construcción se vieron también abocados al cierre», afirma el decano.
Durante los años en los que la economía crecía, las notarías tenían mucha actividad, por lo que los despachos se reforzaron aumentando sus plantillas. Desde 2007, la mayoría de las notarías en Canarias han intentado mantener a sus empleados a pesar de la reducción de ingresos, porque según afirma Cavallé Cruz, «son trabajadores muy cualificados y de mucha confianza, como si fueran estructuras familiares, porque tratamos materias muy delicadas con contratos privados entre particulares, por lo que no se puede estar cambiando constantemente de profesionales». Señala el decano de los notarios de Canarias que «los despachos han hecho un esfuerzo alejado de la mentalidad empresarial, porque la actividad continúa siendo muy floja».
Cavallé Cruz explica que las notarías siguen teniendo trabajo aunque «a coste cero» para el ciudadano, pero no en horas de trabajo para los empleados de las notarías. Afirma que hoy en día «quien no hace testamento es porque no le da la gana ya que por algo más de 30 euros se realiza un documento que incluye su custodia durante 500 años con garantías de seguridad. Apunta a que la crisis ha provocado que muchas personas renuncien a herencias, una cuestión que con anterioridad a 2008 era «puramente anecdótico». Hoy se renuncia a un patrimonio familiar porque por un lado puede que venga con deudas y por otro, el principal, porque hay familias sin liquidez que no pueden asumir el importe del impuesto de sucesiones, destaca el decano de los notarios.
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Fuente: laopinion.es
