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Aparte otras cuestiones que también se deslizan en la noticia que sigue, convendrá insistir una vez más en la necesidad de superar nuestro actual estado de coordinación Notaría-Registro: el fax ya no sirve, es tecnología superada (más aquí).

Se trata de un asunto al que reiteradamente venimos dedicando nuestra atención (ver aquí).

 

Valencia, 4 de Agosto de 2014

 

Durante los últimos tiempos, y con el radical cambio de tendencia registrado en el mercado inmobiliario valenciano, los notarios han detectado también algunas nuevas problemáticas en las que es necesario poner el acento y adoptar soluciones.

Por una parte, la situación actual «nos está obligando a hacer muchas más verificaciones de las que veníamos realizando», ya que existe un gran número de inmuebles propiedad de entidades financieras desde hace cinco o seis años sobre los que recaen distintas obligaciones y deudas, según señalaba el decano del Colegio Notarial de Valencia, César Belda. Facturas pendientes del servicio eléctrico o de agua y las cuotas de la comunidad de vecinos suelen ser las más habituales.

En este punto, este especialista recuerda que dos o tres días antes de la firma de la escritura de un inmueble suele llegar la nota que refleja el estado de la viviendas y las cargas a las que tiene que hacer frente. Sin embargo, entre esta información y la firma de la compraventa suelen pasar entre 48 y 72 horas, por lo que pueden darse casos en los que se suscriba una escritura desconociendo una posible deuda que haya recaído sobre el inmueble en este corto espacio de tiempo. «Mejorar la conexión con el registro y que ésta sea en tiempo real sería una buena solución», propuso Belda.

El decano de los notarios valencianos, por otra parte, también quiso advertir de la importancia de verificar las cargas o deudas que acompañan al inmueble. En los casos de viviendas que se reciben a través de una herencia, por ejemplo, «hay que ser muy cautelosos de que no haya cuotas embargadas» que puedan suponer una desagradable sorpresa para el heredero.

Para evitar males mayores, Belda recomienda que los compradores siempre sean asesorados por un notario, ya que existen distintas figuras legales que, en función de los casos, pueden ser más ventajosas que otras.

 

Fuente: LasProvincias.es

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