Decano del colegio notarial vasco

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Mario Martínez de Butrón.

La recuperación es ya una realidad. Se gana terreno a la crisis, pero de forma gradual y el decano de los notarios estima que no es recomendable ir más rápido

Una entrevista de Asier Diez Mon Fotografía Jose Mari Martínez – Lunes, 4 de Julio de 2016 –

BILBAO – Han dado fe de la crisis y ahora empiezan a hacerlo de la recuperación. La profesión tendrá que adaptarse al nuevo terreno de juego, marcado también por la digitalización, y acostumbrarse a los volúmenes de negocio más reales, señala Mario Martínez de Butrón, decano del Colegio Notarial del País Vasco.

¿Se empieza a notar la recuperación económica en las notarías?

-Sí, me gusta decir que tocamos suelo hace ya algo más de un año y ya no vamos hacia abajo. Vamos relativamente hacia arriba, lo que pasa es que habíamos bajado muchísimo respecto a antes de la crisis. Si de 100 hemos bajado a 30 y empezamos a subir ahora un 10%, quiere decir que subimos a un 33.

¿Hay algún nicho de negocio con especial intensidad?

-No. La venta de pisos ha empezado a subir porque los jóvenes tienen que comprar un sitio para vivir. Lo que se ha producido es un descenso muy importante de precios. Antes hablábamos de precios mínimos de ciento y pico mil euros, ahora los pisos más pequeños y en situaciones poco privilegiadas están por debajo de los 100.000 euros. Eso permite que determinadas parejas empiecen a comprar. No es como antes que el que no se gastaba 200.000 euros en un piso no era nadie. Ahora la gente compra lo que puede: un piso pequeñito y luego ya irá comprando otro más grande cuando tenga hijos. Lo que se ha hecho toda la vida.

Lo que se hacía hasta la burbuja.

-En el año 2007 el piso con precio mínimo valía 150.000 euros, eso no es normal. Hay que empezar como se puede, como empezaron nuestros padres, comprando un piso pequeño en las afueras o uno viejo. Lo que no podemos hacer todos cuando acabamos de entrar en el mercado laboral es comprar un piso grande por un precio exagerado.

Voy a preguntarle una maldad, ¿cree que los notarios han sido parte de ese engranaje que engordó los precios de los pisos y que provocó la burbuja?

-Es que el notario es miembro de una sociedad, y esa sociedad es la que fabricó la burbuja, pero tiene la misma responsabilidad que puede tener el paleta albañil que estaba en la obra. Era un miembro más del engranaje. En aquella época todos estábamos dentro de ese engranaje y todos trabajábamos a favor y soportábamos ese engranaje. Yo también compré un piso en 2007 y esa vivienda hoy vale menos. ¿Era un actor o una víctima? Las dos cosas, toda la sociedad estaba metida en ese mundo.

¿Es imposible recuperar la actividad de antes de la crisis?

-Tendremos que acostumbrarnos a un menor volumen. El volumen que había del año 2007 era resultado de la burbuja inmobiliaria falsa. No creo que fuera un fenómeno general, porque había entonces 3.000 notarios en España y el problema de la burbuja afectaba a la mitad de la mitad. Y esa burbuja se producía porque todo el mundo quería comprar una segunda, tercera, cuarta vivienda… y eso no se va a volver a producir y no es bueno que se produzca. Lo normal es que la notaría vaya al mismo nivel que la sociedad y si no es bueno para la sociedad la burbuja, tampoco para las notarías. Las notarías tienen que incrementar poco a poco el nivel de actividad. Es bueno para la sociedad que se incremente la actividad, pero no que se produzca una burbuja como consecuencia de que un promotor venda 200 viviendas a unos precios exagerados porque todo el mundo lo quiere comprar.

Se ha notado un descenso en el número de opositores.

-Se ha notado una disminución, porque es una oposición muy dura y, después de 4 años de carrera, tener que esperar otros 5 es muy duro. Son esos años en los que estas todo el día estudiando y ves que tus compañeros empiezan a colocarse en bufetes y ganan un sueldo y tú no sabes si vas a lograr el puesto al final de ese túnel en el que no ganas dinero. Es muy duro. Entonces se ha producido una disminución sobre todo porque ya no es la misma idea de beneficio económico que se tenía en 2007. Ya no es tan llamativo.

¿Demasiado esfuerzo para las expectativas de ingresos?

-La situación de crisis llegó a ser tal que nadie se atrevía a venir a Bilbao por el desembolso que había que hacer en cuanto a local y personal. La inversión era mayor que la capacidad de ingresos y el mercado estaba repartido. En 2013 era posible venir a Bilbao de entrada, algo inédito, porque todos empezamos en plazas pequeñas. Era una oportunidad y hubo algún chaval de 30 años que no tenía nada que perder y la aprovechó. Siguen aquí y además son notarios muy buenos, pero en general era mal negocio.

¿Y dónde está el futuro del negocio?

-Desde el punto de vista del negocio los notarios debemos prestar servicio en el mundo de las herencias, testamentos, venta de bienes inmuebles, préstamos, ese es nuestro ecosistema de actividad. ¿Qué vemos en el mercado como faros de la economía?, la verdad es que cada uno lo ve según su situación. Yo en Santurtzi veo cómo la actividad económica empresarial sigue estando muy limitada. Se empieza a mover un poco el comercio, un poquito la economía. A nivel de Bilbao puede haber ya grandes operaciones de corporaciones. A nivel de la calle se está moviendo el mercado de servicios, el mercado industrial, la exportación…, pero eso lo percibe ya cualquier agente activo en el mundo económico. ¿Un sector concreto que va a ir mejor? Pues ya me gustaría conocerlo para ir a poner los ahorros.

¿Se han perdido empleos por la digitalización de las notarías?

-Al contrario. La formalización de un documento antes era muy sencilla: comprobación de identidades y dar fe de que los otorgantes querían ese documento. Pero ahora tenemos que realizar una serie de trabajos complementarios en cuanto a verificación de los datos, titularidad real, ajuste del registro y el catastro, comprobación de medios de pago, comprobación de que no hay riesgo de blanqueo de capitales… También cuestiones relacionadas con el certificado energético o con la comunidad de vecinos. Son comunicados que tiene que recabar el notario y que suponen que a la hora de formalizar un documento tengamos que invertir muchísimo más tiempo, con lo cual se incrementa el personal. Además muchos de esos datos hay que incluirlos en el índice único notarial, que no es un simple volcado de datos sino que supone una labor de integración de esos datos, de complementación con la realidad, de precisión exacta de dónde viene, que supone que hoy por hoy firmar una escritura suponga casi el doble de trabajo y personal que lo que te suponía hace 10 años.

las claves

“Como el resto de la sociedad, los notarios éramos parte del engranaje de la burbuja, pero también somos víctimas”

“El precio de la vivienda ha bajado y los jóvenes pueden empezar como antes, con un piso pequeño y más barato”

Fuente: deia.com

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