Cuende.
Se trata de algo ya conocido y de lo que en su día dimos cuenta (ver aquí). Por las razones que ya entonces expusimos, habrá que reconocer que a Stampery le ocurre lo que a otras campañas (más aquí) de «notaría digital»: aprovechamiento de la marca comercial -¿ © ?- «notario»… y poco más (otro ejemplo, aquí). ¿Gran novedad respecto de  certimail

Hace ya tiempo que un cofundador de «Atrápalo» lanzó al mercado el primer «notario digital» (ver aquí). Nos hicimos entonces eco de la novedad al tiempo que destacamos su importancia. Hasta ahí todo bien. Más allá, puro marketing, exceso (más aquí):

  • El notario -latino, que es el nuestro- es mucho más que un simple certificador: asesora (en todo caso, debe asesorar) a las partes -principalmente a la débil, a la más necesitada de protección, art. 147.5 RN-, proporcionando así seguridad jurídica y confianza: si el notario no corrige la posible asimetría de información existente entre las partes, ¿quién amparará entonces al ignorante? Más aquí. De ahí su doble e inescindible carácter, funcionarial y profesional a la vez.

Art. 1 del Decreto de 2 de junio de 1944, por el que se aprueba con carácter definitivo el Reglamento de la organización y régimen del Notariado… Los notarios son a la vez funcionarios públicos y profesionales del Derecho, correspondiendo a este doble carácter la organización del Notariado.

Como funcionarios ejercen la fe pública notarial, que tiene y ampara un doble contenido :a) En la esfera de los hechos, la exactitud de los que el notario ve, oye o percibe por sus sentidos. b) Y en la esfera del Derecho, la autenticidad y fuerza probatoria de las declaraciones de voluntad de las partes en el instrumento público redactado conforme a las leyes.

Como profesionales del Derecho tienen la misión de asesorar a quienes reclaman su ministerio y aconsejarles los medios jurídicos más adecuados para el logro de los fines lícitos que aquéllos se proponen alcanzar.

  • Tómese como ejemplo el art. 145 del vigente Reglamento Notarial: ¿de verdad alguien puede seriamente creer que tal función la puede desarrollar una aplicación informática?

Artículo 145 del Reglamento de la organización y régimen del Notariado. La autorización o intervención del instrumento público implica el deber del notario de dar fe de la identidad de los otorgantes, de que a su juicio tienen capacidad y legitimación, de que el consentimiento ha sido libremente prestado y de que el otorgamiento se adecua a la legalidad y a la voluntad debidamente informada de los otorgantes e intervinientes.

Dicha autorización e intervención tiene carácter obligatorio para el notario con competencia territorial a quien se sometan las partes o corresponda en virtud de los preceptos de la legislación notarial, una vez que los interesados le hayan proporcionado los antecedentes, datos, documentos, certificaciones, autorizaciones y títulos necesarios para ello.

Esto no obstante, el notario, en su función de control de la legalidad, no sólo deberá excusar su ministerio, sino negar la autorización o intervención notarial cuando a su juicio:

1. La autorización o intervención notarial suponga la infracción de una norma legal, o no se hubiere acreditado al notario el cumplimiento de los requisitos legalmente exigidos como previos.

2. Todos o alguno de los otorgantes carezcan de la capacidad legal necesaria para el otorgamiento que pretendan.

A cada cual lo suyo. Si alguien, en su caso el Notario, no desempeñase bien su función, refórmesele, hágasele -aún- mejor. Pero prescindir de él… ¿Quien sino el propio particular -en su caso el consumidor- habría de resultar perjudicado? Definitivamente, prescindir de la seguridad jurídica preventiva no es opción. Porque la seguridad jurídica cotiza… ¡ incluso en Bolsa !

La seguridad jurídica preventiva, ¿de saldo? En realidad, no se trata de prescindir del Notario sino de desbancarlo, de ocupar su lugar: Stampery, Certimail, despachos de abogados y compañías de seguros (modelo anglosajón)… Y sin embargo, nuestro sistema notarial-registral funciona, constituye un sello de calidad (más aquí). ¿Entonces? ¿Quien en su sano juicio tiraría piedras contra su propio tejado?

Por lo demás, no estará mal apuntarlo -para deshacer falsas expectativas-, los bitcoins… una tecnología que suscita fundada desconfianza (más aquí); fácilmente instrumentalizable al servicio de la delincuencia organizada (más aquí). 

Cosa distinta es que, con las debidas cautelas, sistemas de encriptación o certificación como el que ahora consideramos termine viéndose integrado dentro del funcionamiento ordinario de los despachos notariales. Particularmente ahora que el expediente electrónico notarial cobra importancia (más aquí). Hay margen para el entendimiento.

 

 

  • Es un sistema de certificación informática para archivos digitales y correos electrónicos que busca dar validez legal a documentos

 
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ELENA SOTO > Palma  |  30-06-2015

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Menorca Millennials, el encuentro entre emprendedores en el campo tecnológico e inversores que Marcos Martín y Ricard Garriga organizaron con ayuda de los 17 socios fundadores que financiaron el proyecto, ha tenido lugar en la isla de Menorca entre el 4 y el 25 de junio de 2015.

Se presentaron 313 proyectos de start-ups procedentes de los cinco continentes, de los que fueron seleccionados 20 para su desarrollo y presentación a fondos de inversión y grandes empresas internacionales, con representantes en este evento. Inversores de algunas de las empresas tecnológicas más importantes del mundo que están dispuestos a apostar por los emprendedores de Menorca Millennials.

Y entre la propuestas participantes destaca Stampery, tanto por la juventud de sus promotores como por el reconocimiento como mejor idea de negocio -por el que les fue otorgado el premio en la segunda edición del concurso internacional Primavera Pro Startups-.

Luis Iván Cuende, con 19 años, y Néstor Palao, con 18, junto a Tommaso Prennushi y Daniele Levi, que aportan la experiencia empresarial, han puesto en marcha un nuevo servicio online cuyo lema es «enviar a los notarios de vacaciones».

Stampery es un sistema de certificación informática de alta seguridad para archivos digitales y correos electrónicos.

Conocida por todos la facilidad para manipular con programas de retoque fotográfico o similares cualquier documento digital, así como los correos electrónicos, Stampery posibilita la creación de pruebas fehacientes en cualquier tipo de archivo, dejándolo automáticamente encriptado -las transacciones son vinculadas a direcciones de 32 dígitos- y guardado en la plataforma del sistema, protegido a posibles ataques gracias a una red de potencias informáticas blindada a posibles cambios.

A su vez, los algoritmos que representan los datos del documento y del autor, pasan a la red de ordenadores de Bitcoin, asegurando su integridad e inviolabilidad. Estos algoritmos son los que aportan a cada fichero que se sube a la red una prueba de existencia, de integridad y de propiedad, permitiendo que terceros comprueben la legalidad de los mismos en caso de necesidad, gracias al sistema blockchain, especie de libro contable descentralizado donde se registran todos los intercambios de una unidad de cuenta o bitcoin.

La blockchain permite almacenar el hash de cualquier archivo en formato digital, pudiendo así determinar de forma incontestable, que ese archivo se subió en un determinado bloque, y por tanto saber la fecha exacta en que ocurrió, siendo esta información indestructible o imposible de modificar. Si se cambia el más mínimo dato del texto o archivo digital, el hash ya no coincidiría con el original.

Otra de las características de Stampery es que permite su integración en otras aplicaciones y servicios de terceros. En la actualidad están en conversaciones con Dropbox, que podría ofrecer a sus clientes la seguridad e inviolabilidad de los documentos que se almacenan en la nube. Así mismo, los servidores de correo electrónico podrían asegurar que los mensajes que se envían queden registrados y su contenido no pueda ser alterado.

Desde que comenzaron el desarrollo del proyecto, en octubre de 2014, ya son unos 360 los usuarios, principalmente abogados, mayoritariamente de Estados Unidos y España. De momento, la aplicación ofrece de forma gratuita la posibilidad de subir cinco archivos mensuales o almacenar hasta cinco gigas de archivos encriptados. Y por menos de diez euros 250 archivos mensuales o 250 gigas almacenados.

Desde su sede en Madrid, buscan a través de una ronda de inversión privada común la inversión de terceros que les permita expandir el negocio, con un posible desembarco, a finales de año, en los Estados Unidos.

 

Fuente: elmundo.es

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