.Cuando todo se pone oscuro, ¿la prejubilación es la solución?

 

Se trata de un fedatario público que se instaló en Marbella a finales de 2007, justo cuando el negocio inició el declive – Los expedientes de regulación de empleo y los despidos llegan también al sector

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Encarna Maldonado / Málaga | Actualizado 26.07.2012 – 20:08

 

El notario de Marbella Ricardo Rincón Salas se ha declarado en concurso voluntario de acreedores empujado por la profunda caída que ha registrado este segmento de actividad tras el derrumbe del negocio inmobiliario y la falta de crédito financiero. El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Málaga aceptó el concurso en un edicto firmado el pasado 28 de junio, en el que le daba a los acreedores un plazo de un mes para que informaran sobre la existencia y las circunstancias de los créditos que reclaman.

Esta ha sido la primera declaración de concurso que insta una notaría malagueña, aunque el sector sufre desde hace años una severa caída de la actividad que ha provocado expedientes de regulación de empleo y despidos.

Ricardo León se instaló en Marbella en 2007, justo el último año del auge inmobiliario. Previamente había ejercido como corredor de comercio en la capital y una vez que estos profesionales quedaron dentro del gremio notarial ejerció como fedatario público en Calviá y Palma de Mallorca. A su regreso a la provincia instaló sus oficinas en Nueva Andalucía y a comienzos de 2008 tenía contratadas diez personas.

A partir de ahí la actividad comenzó a decrecer. El sector inmobiliario entró en crisis, cayeron las ventas y las hipotecas que constituían hasta entonces el grueso del trabajo notarial y la principal fuente de ingresos porque las tarifas del fedatario dependen de la cantidad económica del contrato o del crédito hipotecario, mientras que en el resto de las actividades son tarifas impuestas.

Además, el Gobierno ha bonificado determinados aranceles notariales. Por ejemplo la constitución de sociedades ahora cuesta 150 euros más IVA, mientras que antes ascendía a 250, al tiempo que las novaciones de las hipotecas también han bajado el 50%.

El notario tiene la particularidad de operar en unas circunstancias parecidas a las del trabajador autónomo. Es decir, no existe división entre su patrimonio personal y profesional. Esto quiere decir que la salud económica de las notarías depende en gran medida también de la situación que tenga el propio notario. Además, los fedatarios públicos tienen que afrontar junto a los gastos de funcionamiento (luz, agua, hipotecas o alquiler) otros costes fijos como las cuotas colegiales, los seguros de responsabilidad civil o el papel timbrado (15 céntimos la hoja). Todas estas circunstancias, sumadas a la amortización de las inversiones para instalarse en Marbella son las que, según las fuentes consultadas, han provocado la petición de concurso de acreedores del notario Ricardo Rincón Salas. A estas alturas sólo quedan tres empleados en sus oficinas.

Los expedientes de regulación de empleo junto a los despidos individuales han sido la fórmula más utilizada por el momento en el sector. La notaría de Luis María Carreño y José Ramón Recatalá se precia de haber sido la más potente de Málaga «y posiblemente del país» hasta que la crisis tocó a su puerta. Entonces tenía 46 empleados, de los que quedan 20 sujetos a una reducción de empleo en virtud de un expediente y en agosto posiblemente serán despedidos alrededor de seis porque ni aún así es sostenible.

El oficial primero de esta notaría del centro de Málaga, Antonio Fuentes, recuerda que antes de la crisis gestionaban «20.000 números», o sea documentos y la mayoría de ellos no estaban sujetos a tarifas preestablecidas, sino que se facturaban en función de las cantidades económicas que reflejaban. «Ahora son 4.000» y o son actas y documentos de pequeña cuantía que representan alrededor de 50 euros o están vinculados un arancel predeterminado y muchas veces bonificadas.

Antonio Fuentes recuerda que en los años buenos las grandes promotoras e inmobiliarias que operaban en la provincia acudían a esta notaría y que acababa asumiendo la gestión de 40 ó 50 obras nuevas y divisiones horizontales «que ahora hace años que ni veo». Es más, la escasa actividad inmobiliaria ha registrado una importante caída de precios, lo que también tiene reflejo inmediato en la facturación de los fedatarios. «Antes las hipotecas se hacían por importes de entre 100.000 y 120.000 euros. Ahora apenas si llegan a los 40.000».

En la provincia operan 98 notarias, que en conjunto han podido emplear a cerca de 2.000 personas, tras la creación de nuevas plazas hace unos años precisamente para favorecer la competencia.

En el último año, además, se ha producido otro hecho notorio: una prejubilación. En julio del año pasado la Dirección General de Registros Notariales aceptó la jubilación anticipada (a los 65 años en lugar de los 70 como tienen reconocido) del notario Julián Madera Flores.

 

FUENTE: MALAGAHOY.ES

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