Comprar una casa en Reino Unido puede convertirse en un proceso largo, incierto y costoso. A diferencia de otros países, no existe una figura como el notario que garantice la seguridad jurídica de la transacción, lo que deja a compradores y vendedores expuestos a numerosos riesgos.
El proceso suele extenderse durante meses debido a la participación de múltiples intermediarios, como abogados y agentes inmobiliarios, cuya falta de coordinación provoca retrasos e incertidumbre. Además, los compradores pueden invertir dinero en inspecciones y trámites sin ninguna garantía de que la compra se concrete, ya que el vendedor puede retirarse en cualquier momento sin penalización.
Otro problema es la inseguridad jurídica: los contratos no son vinculantes hasta el último momento, lo que permite cambios de condiciones o incluso la cancelación de la venta sin consecuencias. A esto se suman elevados costes adicionales, como honorarios legales y gastos de inspección, que encarecen aún más la operación.
En definitiva, comprar una vivienda en Reino Unido es un proceso complejo y arriesgado, marcado por la falta de garantías y la ineficiencia burocrática, lo que lo convierte en una experiencia frustrante para muchos compradores.
Fuente: https://www.elnotario.es/opinion/opinion/13038-la-pesadilla-de-comprar-una-casa-en-el-reino-unido