08/05/2021

María de las Mercedes Rebolledo Olmedo (Pontevedra, 1983) procede de una saga familiar de juristas. Su abuelo fue magistrado en Ourense y su padre es abogado. Ahora mismo ella es la responsable de la única notaría abierta en Sanxenxo

-Cuando empecé la carrera yo tenía la idea de ser fiscal, pero poco a poco cuando empezamos con las diferentes asignaturas, el Derecho Civil me empezó a gustar mucho. Lo que fue determinante fue que en el último curso, en quinto, tenía una asignatura de prácticas y tuve la oportunidad de hacerlas en la notaría de los Hermanos Solís Villa y me gustó muchísimo, porque de repente veías que el Derecho que estudiabas se convertía en práctica. Todos los días ves un Derecho vivo, empiezas a ponerle nombre y apellidos, y sobre todo la sencillez y la cercanía con el cliente. Eso me gustó mucho, esa vocación de servicio al ciudadano plasmado en cercanía a la gente. 

-¿Cómo es ser notario en un municipio en Sanxenxo con tantas peculiaridades como tiene este municipio?

-La verdad es que es una profesión muy apasionante y muy viva, porque es una plaza en la que se mezcla lo urbano y lo rural con lo bueno de las dos cosas. Te exige estar al día evidentemente en toda la legislación, en toda la normativa, y a la vez yo lo que pretendo es que la gente cuando viene al notario se encuentre con una persona cercana, que comprende sus problemas, su situación e intentar dar respuesta lo más rápido posible, además de siempre lo mejor posible. Me gusta trabajar los temas, actuar con seriedad y ya digo, es una plaza muy bonita, porque siempre es diferente. No todas las operaciones son iguales, siempre hay una peculiaridad, siempre hay algo distinto en el sentido de que cada escritura es de una persona y merece ser tratado con una atención particular.

-En un municipio como Sanxenxo, con una presencia tan grande de segundas residencias y visitantes, ¿se nota en la actividad notarial?

-Sí, yo creo que es una plaza que durante los meses previos al verano tiene un tipo de trabajo o de escrituras más habituales y que en el verano, al multiplicar la población, el trabajo es diferente, como por ejemplo poderes o ratificaciones de gente que viene de fuera y está aquí, y después a partir de octubre vuelve a retomar otra forma. También tengo que decir que llevo aquí desde el 2015 y ningún año se comportó de la misma manera. 

-¿Qué tal fue el año pasado?

-Excepcional en todos los sentidos. El trabajo de notario el primer año de la pandemia fue duro, pero fue personalmente muy gratificante en el sentido de que cuando estábamos en pleno confinamiento, los notarios teníamos que seguir trabajando, al considerársenos un servicio esencial. Todos los días venía a la notaría y, primero, ya ir por la carretera sin coches, como le podía estar pasando a todos los profesionales que estaban clasificados en la misma situación, era extraño. El trabajo en la notaría se limitó a las cosas que eran de carácter urgente. Lo que se intentaba era que evitar que la gente saliese de sus domicilios para que no se saltase el confinamiento y es verdad que hubo mucha gente que llamó preocupada porque quería hacer un testamento. Entonces, con esa finalidad de que no se saltase el confinamiento, sí que tuve muchas conversaciones telefónicas con gente muy angustiada, que quería hacer testamento, para decirles, miren, no vengan, porque hay otra alternativa que es el testamento ológrafo y entonces yo les explicaba cómo se hacía. La verdad fue muy gratificante, la gente se quedaba muy agradecida y yo personalmente me quedaba muy contenta de poder ayudar con mis palabras y dar un consejo a todas esas personas que llamaban en un momento de tanta tensión.

-¿Eso ha pasado ya o sigue recibiendo esa clase de llamadas?

-En menor medida ahora. Al poder salir la gente y aquí tomamos todas las precauciones anti covid, la gente sigue llamando preocupada pero puede venir a la notaría. 

-Ante la posibilidad de que se unifiquen a nivel estatal las normativas y desaparezca la peculiaridad gallega de las herencias en vida, ¿nota algún incremento de las peticiones de la gente que dice vamos ahora no vaya a ser que después no podamos?

-Sí, sí que se nota. No solo desde este último año sino desde los años previos es un documento que ha crecido mucho su realización.

-¿Hay alguna otra rama que haya visto disparada o que se haya comportado de una forma anómala?

-Pues, los testamentos, que también subieron; los pactos de mejora e incluso alguna donación.  

-¿Qué le recomienda a una persona que acuda a un notario?

-Hay veces que la gente es reacia de venir y mi recomendación es que sepan que los notarios del siglo XXI tenemos una función mucho más dinámica, multidisciplinar de lo que era antes, en el sentido de que seguimos con nuestra función de asesoramiento al cliente en todo lo que concierne a su ámbito personal como en el societario y mercantil, pero sobre todo en estos últimos años ahora desde la Ley del 2015 se nos atribuyeron funciones que antes no teníamos. Por ejemplo, ahora podemos celebrar matrimonios, hacer divorcios de mutuo acuerdo sin hijos menores. Desde el 30 de de abril de este año los notarios podemos tramitar los expedientes matrimoniales que antes no eran competencia nuestra. Es una función multidisciplinar dinámica porque se amplió la función de notario. Tenemos ahora también atribuidos competencias para hacer algunos procedimientos que antes solo se podían realizar en el Catastro. Tenemos contacto con muchos asesores fiscales, porque todas las escrituras tienen trascendencia tributaria y es necesario que los clientes estén asesorados. Los notarios somos tres mil en territorio español y estamos aquí para ayudar a la gente. Hay quien no viene porque le da miedo preguntar las dudas o por qué siempre se hizo de otra manera, pero nosotros estamos para ayudar a la gente.

-¿Alguna novedad competencial más?

-Una función muy importante, que ahora tenemos, que se ha visto reforzada con las últimas modificaciones en materia de préstamos hipotecarios, es que ahora la gente tiene que venir a un notario antes de firmar la hipoteca para que aquí se le vuelva a explicar toda la documentación que le dio el banco para verificar que sí comprendió todos los términos y que nos puedan preguntar en confianza las dudas que en la firma rápida de otras situaciones no preguntarían. También recomendaría que la gente cuando venga al notario sea lo más sincera posible para que nosotros podamos asesorarles de la mejor manera posible.

-¿Y qué tal las bodas? ¿Casa mucho?

-Ya he hecho algunas y la verdad es que bien. Ahí un poco al servicio del cliente de si quiere simplemente firmar un documento como un contrato sin más o si quieren alguna cosa a mayores.

-¿Cómo es una boda en una notaría?

-Es una boda civil y lo que hacemos es leer el contenido obligatorio que marca la Ley sobre los artículos relativos al matrimonio y después un poco en función de lo que quiera el cliente, si quiere decir unas palabras o intervenir los amigos. 

 

Fuente: lavozdegalicia.es

Next Post

Login to your account below

Fill the forms bellow to register

Retrieve your password

Please enter your username or email address to reset your password.