En el video «Paseos por la Historia» de Cristina Ortega, se narra el origen y evolución de la Fuente de Cibeles, uno de los monumentos más emblemáticos de Madrid. Su historia está ligada a Carlos III, el rey que transformó la ciudad en el siglo XVIII y dejó un legado urbanístico y cultural que aún define la capital española.

  • Carlos III, el «mejor alcalde de Madrid»

Carlos III, hijo de Felipe V y originalmente sin aspiraciones al trono español, asumió la corona en 1759, después de gobernar en Nápoles y Sicilia. A su llegada a Madrid, trajo consigo un enfoque ilustrado de gobierno, basado en el conocimiento y la mejora de las ciudades. Con casi 25 años de experiencia, impulsó reformas urbanísticas que modernizaron la ciudad y le dieron un nuevo esplendor. Por ello, muchos le recuerdan como el “mejor alcalde de Madrid”.

Entre sus contribuciones más destacadas se encuentra el proyecto del Salón del Prado, un espacio de ciencia y cultura que se extiende desde la estación de Atocha hasta el Paseo de Recoletos. Este corredor albergó instituciones como el Real Observatorio Astronómico, el Jardín Botánico y el Museo de Ciencias Naturales (hoy Museo del Prado). Todo el diseño de esta área está inspirado en el estilo neoclásico, influenciado por la Grecia y Roma clásicas, en contraposición al estilo barroco y rococó de la época.

  • La Fuente de Cibeles, símbolo de la tierra y del Madrid ilustrado

La Fuente de Cibeles es parte de un conjunto de fuentes que Carlos III diseñó para el Salón del Prado, inspirado en la famosa Piazza Navona de Roma. En este conjunto, Apolo simboliza el Sol, Neptuno los mares, y Cibeles representa la Tierra. En sus inicios, la fuente estaba ubicada en el Paseo de Recoletos y servía como abrevadero para animales y fuente de agua para los aguadores que abastecían la ciudad. La fuente contaba con dos caños decorados: un oso, de uso exclusivo para los aguadores, y un dragón, accesible para el público en general. Ambos elementos eran símbolos del escudo de Madrid de esa época.

Con el tiempo, los elementos decorativos fueron retirados y reubicados en el Museo de San Isidro. La fuente fue trasladada desde el Paseo de Recoletos hasta la plaza donde se encuentra actualmente y orientada hacia el centro de la ciudad. Al final del siglo XIX, también se le colocó una valla para protegerla.

  • Cambios y daños en la Cibeles a lo largo de los años

La Fuente de Cibeles ha sido testigo de muchos eventos históricos. En 1931, con la proclamación de la Primera República Española, la estatua perdió una mano y las llaves que sostenía. Durante la Guerra Civil Española, fue protegida con sacos de arena y ladrillos para evitar daños en los bombardeos, y recibió el apodo de «la linda tapada». Al terminar la guerra en 1939, los ciudadanos retiraron las protecciones y la fuente fue restaurada.

En 2002, otro incidente afectó a la Cibeles cuando un grupo de jóvenes le rompió una mano. Su famosa verja, instalada inicialmente para protegerla del tráfico, fue retirada y desapareció misteriosamente durante años, hasta que en los años 90 se descubrió que había sido reutilizada para rodear la sede de la banda de tambores y cornetas de la Policía Municipal de Madrid, aunque faltaba un fragmento, que terminó en una vivienda en Torres de la Alameda, un pueblo cercano.

  • Un símbolo eterno de Madrid

La Fuente de Cibeles es un reflejo de la historia de Madrid y de la evolución de sus valores. A través de los años, ha simbolizado tanto el esplendor ilustrado como la resiliencia de la ciudad. Como relata Cristina Ortega en «Paseos por la Historia», la Cibeles sigue siendo una pieza fundamental del paisaje urbano de Madrid, manteniéndose en pie como testigo del tiempo y orgullo de la ciudad.

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=uWLxVGHfnNg&ab_channel=PaseosporlaHistoria

 

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