.
Excelente post que pone en evidencia el «negocio» sanitario. Pura cuestión de números. La agudeza y perfil profesional del autor le permite desvelarnos entresijos que frecuentemente, por falta de conocimiento, reflexión o cuidado, pasan desapercibidos. 

.
seguro-medico

.

Hace ya más de dos años escribí una entrada que recomiendo volver a leer antes que ésta, pues lo de ahora pretende ser una actualización de aquello http://elmedicotraslaverdad.blogspot.com.es/2012/08/la-mejor-compania-de-seguros-de-salud.html y en este mundo de gran volatilidad de la noticia me agrada ver que lo que escribí hace tanto tiempo no sólo mantiene su validez sino que fue hasta profético..

Animado por el toque de pitoniso que me doy, voy a aventurarme a describir lo que creo que ha de pasar a lo largo de este recién comenzado año donde en España además hay elecciones y todo juega.

Quizás hubiese demorado un poco más esta entrada pero hay un colectivo en España que me pide opinión. Son los funcionarios que tienen su Seguridad Social a través de Muface u organismos análogos. Son muchos los funcionarios que quieren saber al comenzar el año con qué compañía quedarse de aquellas que les ofrecen la asistencia sanitaria de ellos y sus familias. Lo primero que se habrán encontrado es que el libro del cuadro médico se ha quedado reducido a un folleto: ya no pueden ir a cualquier sitio para tratarse sino al que la compañía determine, con muy recortadas posibilidades. Habrá otras sorpresas a lo largo del año conforme vayan usando su seguro. Pero también para aquellos asegurados que no son funcionarios y tienen su póliza de seguros contratada de manera particular, privada. El coste de la prima del funcionario la paga el Estado que, contagiado de recortes, cada vez paga menos a las compañías. Para compensar, la compañía invariablemente sube las primas de los pacientes privados a la vez que ofrece grandes descuentos para captar nuevos asegurados. Las ofertas habitualmente son para los nuevos, no para los que llevan años siendo fieles a las compañías.

Desde la vertiente de los médicos que prestamos servicios a los asegurados hay que aclarar que el recorte también nos llega. Cuando un médico deja de estar en el cuadro médico de una compañía el paciente tiende a pensar que el médico»se ha ido» y presupone que es porque estaba insatisfecho con lo que le pagaban. La mayor parte de las veces esto no es así: el médico no se ha ido sino que le han echado. Según mi opinión -y como opinión, es opinable- la mayoría de las compañías de seguros no desean la fidelización por cuanto supone o puede suponer una mayor frecuentación (y gasto) por parte del paciente. Es mejor que médico y paciente sean un extraño el uno para el otro porque eso disuade de acudir al médico. Pero esto es justo lo que el paciente no quiere: prefiere ir al médico de siempre, al que conoce su problema crónico. Cuando la compañía detecta esa vinculación trata de romperla y como no puede echar al paciente (aunque a veces lo intenta con subidas de prima), echa al médico. Es verdad que la actitud tunante de algunos colegas ha propiciado ese recelo con «sobrecitaciones», ver al paciente más de lo necesario. Yo particularmente solvento este riesgo con las consultas online que a menudo resuelve el problema al paciente y no tiene que pasar la tarjeta. O sea que de esas consultas que hago por internet no hay cargo para la compañía, la aseguradora ni se entera. Y uno puede pensar que esas consultas por ordenador tampoco repercuten sobre mí monetariamente. Ciertamente, pero en la relación médico-paciente hay una ganancia no tangible que para mí es altamente rentable y gratificante. Ganas en conocimiento y en satisfacción por una tarea asistencial más cercana. Aquí quienes salen perdiendo son mi mujer y mis hijos. Procuro compensarles de otra manera.

La vuelta de tuerca que supone el comienzo de año supondrá un cambio importante en la forma de gestionar la sanidad. La pregunta del inicio puede ahora afrontarse y debatir sobre ella. Pero sólo voy a darles mi conclusión, la que doy a todo el mundo. Si usted está pensando en hacerse un seguro de asistencia sanitaria con una compañía privada o si tiene uno y piensa en seguir con él, cambiar de compañía o dejarlo, lo primero que debe preguntarse es si lo necesita. Es decir, si usted considera que su salud es aceptablemente buena, que nunca se pone malo y no tiene que ir al médico, la respuesta es que le trae más cuenta dejarlo. Se ahorrará la prima de todo el año. Esto es posible y sensato si y sólo si también dispone usted de Seguridad Social ya que no puede quedarse «a la intemperie». La Seguridad Social lo que no tiene es demasiada celeridad pero es resolutiva. La sanidad privada parece que se da más prisa…pero muchas veces no sabe para qué se da tanta prisa. No quiero ahondar más en este discurso. En definitiva, si usted cree que su salud es buena y 2015 le mantendrá lejos de los médicos o a lo sumo precisará usted tres visitas o dos análisis, le va a salir mucho más barato si se lo paga de privado en caso de que lo necesite. Si su situación sanitaria prevé que vaya a necesitar asistencia, intervenciones o tratamientos caros o complejos, es probable que le interese mantenerse en la compañía: es a la compañía a quien no le interesa tenerle a usted y hará lo posible por que no esté. Se estima que alrededor del 90% del gasto sanitario que hace una persona a lo largo de su vida lo hace en el último año de su vida. Ahí no le quiere nadie.

En definitiva, los seguros médicos no lo cubren todo, ni mucho menos. En los últimos años han venido recortando prestaciones y dejando de cubrir pruebas o tratamientos, limitando los cuadros médicos y aumentando las franquicias y copagos, de manera que muchos usuarios se plantean si seguir con su seguro o pagar de privado cuando se necesite.

Si este razonamiento lo hacen todos los que disponen de un seguro privado, las compañías se irán a la ruina al quedarse sólo con los pacientes onerosos. Los asegurados rentables, los que pagan y no consumen, se irán porque no quieren pagar por los servicios que consumen otros. Cada vez son más los que echan cuentas sobre estas reflexiones. Hay un punto en el que el balancín se gira hacia el otro lado, a veces bruscamente, como en las pateras en las que vienen los pobres subsaharianos.

.

Fuente: elmedicotraslaverdad.blogspot.com

Next Post

Login to your account below

Fill the forms bellow to register

Retrieve your password

Please enter your username or email address to reset your password.