Desde 2015, el Derecho Civil vasco ha introducido la posibilidad de aceptar una herencia a beneficio de inventario, eximiendo a los herederos de asumir las posibles deudas del difunto. En 2021, más de 2,000 vascos optaron por renunciar a herencias, cifra que constituyó un récord a nivel nacional, donde el Consejo General del Notariado registró un total de 55,574 casos de renuncias a legados. Estos datos, vinculados directamente a la pandemia, reflejan el aumento de fallecimientos y la posibilidad de que las herencias contengan más pasivos que activos, especialmente en tiempos de crisis económica.
En Euskadi, se suma otro factor determinante: el desconocimiento del Derecho Civil vasco. Desde 2015, esta legislación limita la responsabilidad de los herederos, quienes heredan a beneficio de inventario, asegurando que no asumen las deudas y protegiendo su propio patrimonio. A diferencia de otras regiones regidas por el Código Civil, donde la responsabilidad del heredero es ilimitada, en Euskadi, la Ley 5/2015 de Derecho Civil Vasco establece la responsabilidad del heredero solo hasta el valor de los bienes heredados en el momento de la delación.
Carmen Velasco, notaria de Bilbao, destaca que, aunque existen casos en los que se puede limitar la responsabilidad hereditaria mediante la aceptación a beneficio de inventario, este trámite es innecesario para aquellos con vecindad civil vasca, ya que su responsabilidad está siempre limitada por ley.
La Ley 5/2015 no solo permite la elección de herederos forzosos, sino que también establece una diferencia significativa con respecto al Derecho Civil común, garantizando que el heredero solo responda por las obligaciones del causante hasta el valor de los bienes heredados. Frente a las opciones binarias de aceptar o renunciar a la herencia, la legislación vasca ofrece una tercera posibilidad: heredar a beneficio de inventario.
Este enfoque proporciona una cierta protección a los acreedores del difunto, permitiéndoles solicitar al juez la formación de inventario y la separación de bienes de la herencia para satisfacer sus créditos, excluyendo a los acreedores particulares del heredero hasta la total satisfacción de aquellos créditos. En resumen, la legislación vasca brinda a los herederos una vía más flexible y protectora en la gestión de las herencias, destacando su singularidad frente al Código Civil común en otras regiones.