.
Se trata de un asunto desafortunadamente nada ajeno a la cotidiana vida notarial. Un ejemplo nos lo proporciona la STS 5 Febrero 2000 (más aquí): «no escapa a esta Sala considerar las habilidades de que están dotados ciertos estafadores expertos para engañar y a las que no se sustraen los Notarios, por no resultar totalmente blindada su función (sería muy positivo que así lo fuera)…» .
.
- De presente, como sugiere la referida sentencia, no queda a los fedatarios públicos sino «extremar su celo identificador con el empleo intenso y hasta exhaustivo de medidas de comprobación que las normas legales les facilita».
- De cara al futuro, remachar la conveniencia de que la función identificadora de los Notarios resultase blindada, esto es, abiertamente apoyada por el legislador. Se trataría de aprovechar las ventajas de la informática para interconectar notarias y policía de manera que de manera directa, inmediata y presencial, fuese posible la mejor identificación de determinados sujetos, eventualmente por muestreo. No ya solo por justicia (el notario no es un perito calígrafo ni adiestrado en detección de rasgos faciales inconfundibles) sino para dotar de aun mayor seguridad jurídica al tráfico negocial. Al fin y al cabo, el recelo frente a la actuación notarial, lo queramos o no, habrá de repercutirnos a todos (más aquí).
El Notariado es un cuerpo disciplinado, capaz de encajar y poner en ejecución de inmediato reformas de consideración. Algo como lo que aquí postulamos -por lo demás, una reforma nimia- sería sin duda bien recibido.
.
El exagente y otras tres personas aceptan multas por falsear el documento para vender dos viviendas
06.10.2015 | m.o.i. palma
Un exagente de la Policía Nacional y otras tres personas fueron condenadas ayer en Palma por falsificar un DNI, hacerse pasar por otra persona y obtener irregularmente un poder notarial para vender dos viviendas. Los acusados se declararon culpables de delitos de falsedad en documento público e intento de estafa tras llegar a un acuerdo con la fiscalía.
Los hechos se remontan al verano de 2010, cuando uno de los procesados se hizo pasar por otra persona ante un notario. Utilizó una fotocopia falseada del DNI y una denuncia por la pérdida de este documento y el expolicía y otro de los imputados comparecieron como testigos.
De esta manera lograron un poder notarial por el que la víctima le autorizaba a vender dos viviendas con trastero y aparcamiento en la calle Doctor Gómez Ulla de sa Pobla. El exagente y un compinche se hicieron entonces con estos inmuebles por 91.500 euros que abonaron con un pagaré y les entregaron las llaves. Sin embargo, la operación no se llegó a inscribir en el registro.
La fiscalía reclamaba inicialmente tres años de cárcel para cada uno de los acusados, que ayer rebajó a seis meses –sustituibles por el pago de sanciones económicas– tras alcanzar un acuerdo con las defensas.
.
Fuente: diariodemallorca.es
